EUROPA
PRESS
11
mayo 2016
Paz interior y un cuerpo flexible pueden no ser los beneficios más
valiosos que ofrecen el yoga y la meditación. El yoga es una filosofía de vida
y un conjunto de técnicas psicofísicas que ayudan a mantener el equilibrio de
cuerpo (esqueleto, órganos, tejidos) y mente. Esta disciplina proporciona salud
física y calma la mente, no se practican sólo posturas físicas (asanas) sino también ejercicios de meditación y respiración.
Una nueva investigación de
un equipo dirigido por neurocientíficos de la Universidad de California-Los
Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, encontró que un curso de tres meses de
práctica del yoga y meditación ayudó a minimizar los problemas cognitivos y emocionales
que a menudo preceden a la enfermedad de Alzheimer y
otras formas de demencia, siendo incluso más eficaz que los ejercicios de
mejora de la memoria que se han considerado la estándar de oro para la gestión
del deterioro cognitivo leve.
"El entrenamiento de
la memoria era comparable al yoga con meditación en términos de mejora de la
memoria, pero el yoga proporcionó un beneficio más amplio que el entrenamiento
de la memoria, ya que también ayudó con el estado de ánimo, la ansiedad y las
habilidades de afrontamiento emocional", destaca Helen
Lavretsky, autora principal del estudio y profesora
en el Departamento de Psiquiatría de UCLA. Las personas con deterioro cognitivo
leve tienen 2,5 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.
El estudio, publicado este
martes en 'Journal of Alzheimer's Disease', comparó los
resultados del yoga y la meditación con los del entrenamiento de la memoria,
que incorpora actividades que van desde programas informáticos hasta
crucigramas. Se evaluó a 25 participantes, todos mayores de 55 años, midiendo
sus cambios no sólo en el comportamiento sino también en la actividad cerebral.
"Histórica y
anecdóticamente se ha pensado que el yoga es beneficioso para envejecer bien,
pero ésta es la demostración científica de ese beneficio", subraya Harris Eyre, autor principal del
estudio, candidato doctoral en la Universidad de Adelaide
en Australia y un ex becario Fulbright en el
Instituto Semel para la Neurociencia y Comportamiento
Humano de UCLA. "Estamos convirtiendo la sabiduría histórica en evidencia
de alto nivel necesaria para que los médicos recomienden la terapia a sus
pacientes", añade.
Lavretsky y Eyre estudiaron a
participantes que habían informado de problemas con su memoria, como la
tendencia a olvidar nombres, caras, citas o cosas. Los sujetos fueron sometidos
a pruebas de memoria y escáneres cerebrales al inicio y al final del estudio.
Un total de 11 participantes recibieron una hora a la semana de entrenamiento para
mejorar la memoria y pasaron 20 minutos al día realizando ejercicios de
memoria: asociación visual y verbal y otras estrategias prácticas para mejorar
la memoria, basadas en técnicas respaldadas con investigación.
Los otros 14 participantes
tomaron una clase de una hora una vez a la semana en Kundalini
yoga y practicaron meditación Kirtan Kriya en su casa durante 20 minutos cada día. Kirtan Kriya, que consiste en el
canto, movimientos de la mano y la visualización de la luz, se ha practicado
durante cientos de años en India como una manera de prevenir el deterioro
cognitivo en adultos mayores, señala Lavretsky.
Aporta beneficios a la memoria visual-espacial y
verbal
Después de 12 semanas, los
científicos observaron mejoras similares entre los participantes de ambos
grupos en la memoria verbal, que entra en juego para recordar nombres y listas
de palabras. Pero los que habían practicado yoga y la meditación tenían mayores
mejorías que los otros sujetos en las habilidades de memoria visual-espacial,
importante para recordar lugares y ubicarse al caminar o conducir.
El grupo de yoga-meditación
también obtuvo mejores resultados en términos de reducción de la depresión y la
ansiedad y mejorar las habilidades de afrontamiento a las emociones y
resistencia al estrés. "Cuando se tiene pérdida de memoria, se puede
llegar a estar muy preocupado por ello y puede llevar a la depresión",
afirma Lavretsky, también investigador en el
Instituto Semel.
Los investigadores informan
de que las mejoras externas de los participantes en la memoria se correspondían
con los cambios perceptibles en su actividad cerebral. Utilizando imágenes de
resonancia magnética funcional, que mostró que los sujetos de ambos grupos
tuvieron cambios en su conectividad cerebral, pero los cambios entre el grupo
de yoga fueron estadísticamente significativos, mientras que los cambios en el
grupo de la memoria no lo eran.
Los investigadores
atribuyen los efectos positivos de los "ejercicio cerebrales" a
varios factores, incluyendo su capacidad para reducir el estrés y la
inflamación, mejorar el estado de ánimo y la capacidad de recuperación, y la
mejora de la producción del factor de crecimiento neurotrófico
derivado del cerebro, una proteína que estimula las conexiones entre las
neuronas y pone en marcha la actividad de la telomerasa,
un proceso que reemplaza material genético perdido o dañado.
"Si usted o sus
familiares están tratando de mejorar su memoria o compensar el riesgo de
desarrollar pérdida de memoria o demencia, una práctica regular del yoga y la
meditación, podría ser una solución sencilla, segura y de bajo costo para
mejorar su capacidad cerebral", concluye Lavretsky.